¡GANAMOS LA COPA!.. MENSTRUAL

Disclaimer: el siguiente texto está escrito desde el punto de vista experiencial, siendo así que al autor no es un especilista en el área médica, y cualquier consejo o recomendación tendrá responsabilidad única del usuario.

Por LaWhizar

Todas tenemos a esa amiga que habla y habla de un producto. Esa que jura es una maravilla y que le ha cambiado la vida; esta amiga que es una mezcla entre la insistencia del vendedor de rosas en el antro, cafetería o bar de mala muerte y la elegancia de una fiesta de toppers. Bueno, por hoy,  yo soy esa amiga y te vengo a contar mi nuevo descubrimiento favorito, “la copa menstrual”, que es una maravilla y sí, te cambia la vida. 

La copa menstrual lleva existiendo muchísimo tiempo, y cuando hablamos de mucho tiempo, hablo por ahí de 1932, cuando se registró su primer patente por L.J Goddard. Lo sé, sé que te preguntas: pero… Sí existe desde hace tanto tiempo ¿Por qué es tan nuevo? 

Primero, el invento se hizo más notorio hace algunos años con el eco-boom, ya que las toallas sanitarias y tampones son sumamente contaminantes. Después, llegó el free-bleeding y otras ideas que buscaban perderle el miedo a hablar sobre la menstruación, hasta que recordaron a la copa menstrual.

Segundo, creo que a todas, cuando nos empiezan a platicar de la copa menstrual, lo primero que nos preguntamos es ¿Cómo la cambio? Y automáticamente imaginamos una escena de Quentin Tarantino. Considero en gran parte esto una limitante para explorar, o al menos conmigo así pasó.

Fue hace más o menos 3 años cuando una de mis amigas me platicó de la copa, y yo, con una mente muy curiosa, comencé a hacer miles de preguntas… 

¿No te manchas? 

¿No te da asco?

¿Cuánto tiempo te dura? 

¿Qué haces si no tienes un baño cerca? 

¿Estás segura que eso es higiénico?

Pero la realidad es que entre más me contestaba… ¡Más quería una! 

Aún con mi entusiasmo, fue hace dos años que por fin me animé y compré la mía (si, un año de pensarlo). Y puedo decirles que… no chicas, no te manchas, no la sientes y la puedes usar hasta 12 horas sin ningún problema.

¡El sueño de nunca ver una manchita en tu calzón se ha logrado! Claro, todo depende de tu flujo. Yo en lo personal, hasta en los días más “fuertes” nunca he tenido problemas de “filtración” ¡Ah! Y para mejorar todo, una copa puede durarte hasta ¡10 años! 

En fin, con todas estas maravillas que les cuento debo ser honesta, la primera vez que la usé tardé un poco en acostumbrarme. Para empezar, hay dos tamaños (en eso te puede ayudar tu vendedora) y una vez que defines cuál es tu tamaño adecuado la debes hervir bien para desinfectarla y así comenzar la aventura.

Es extraño al principio, y un poco torpe todo el proceso, tus manos se llenan de sangre, tienes que encontrar la pose correcta, y tienes que insertar los dedos, en fin, todo el proceso es un poco extraño, pero cuando aprendes a colocarla bien, comenzarás a vivir tu periodo de otra manera. 

Yo por ejemplo, solo siento las inflamaciones, pero puedo cargar cosas, andar en bici, correr, dormir sin el pendiente de levantarme a cambiarme, o sentir ese tormentoso “bajón” y pensar “¡Chin… ya me manché!” Y lo mejor de todo, esa sensación de estar sucia e incómoda en tus días, no vuelve a pasar.

Realmente la única incomodidad que yo he tenido, es que puede ser un poco caótico el quitártela, vaciarla, lavarla y volverla a poner pero vamos, eso solo sucede un par de veces al día durante tu ciclo.

Chicas, se los prometo, no es necesario sufrir tu menstruación, no es normal, padecerla no es normal. Con la copa menstrual he aprendido mucho sobre mi cuerpo, a escucharlo y a comprender lo que pasa internamente.  Por ejemplo; yo creía que el olor a menstruación era normal, ese pequeño aroma que se crea, entre manzanilla y sangre coagulada. ¡WUACK! 

Pero no, la realidad es que NO EXISTE ese olor, más que el olor de la sangre como tal. Esos olores “malos” vienen de una combinación de tu periodo con los químicos que les ponen a todos los productos de higiene femenina, para evitar que “huelas mal”. Sin mencionar que todos esos químicos son dañinos para tu salud y pueden ser peligrosos si no tomas las medidas adecuadas, como los casos de shock tóxico que te puede producir el usar un tampón. 

Y aparte de esto, la OMS dice que en nuestra vida fértil usaremos alrededor de ¡15,000 toallas o tampones! ¿Sabes cuántos tampones usarás que terminarán en el mar o en la tierra? ¿Cuántos envoltorios andan por ahí desde quién sabe cuántas décadas? Lo más probable es que la primer toalla que usaste ¡aún siga “existiendo” en alguna parte del mundo!

Lo que quiero decir es, chicas, el mundo esta cambiando, la tecnología, la ciencia y la medicina están mirando al sector femenino y busca entenderlo. La copa menstrual vino a revolucionar a nuestra generación, un poco por el tema de la ecología pero por otro lado estamos entendiendo y disfrutando a nuestro cuerpo de una manera nueva.

Así que inténtalo, quizá no sea lo tuyo.. o quizá sí. 

Eso es todo por hoy, soy LaWhizar y me puedes encontrar en IG como @_whizar_ donde te puedo responder cualquier duda sobre el tema. Espero pronto contarles más descubrimientos femeninos, masculinos o humanos próximamente.

Saludos, Foráneos.

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